a un orden de ser aprendida, que aguarda para que juegues con ella y con las demàs y rompas alguna regla, y asì se mezclen y den vida a la palabras, a la idea, que tomen color y forma, representaciòn e imagen, poema, prosa, cuento y novela.
Esa palabra escondida en una pagina a la espera de ser leida.
Ese LIBRO , objeto, que nunca duerme, que vive en quien lo escribiò y cambia a quien lo lee. Esa palabra que junto a otras da un sentido en un tiempo, en un lugar, en un momento, mi lugar, mi tiempo, mi momento, interpretaciòn, laberinto e imaginaciòn. Te leo, me das, me esperas, aprendo y crezco contigo. Me antecedes y me precedes, me enseñas y me desconoces. La magia del saber, de la causa, de compartir sin rostros y afectos, desconoces el tiempo,
la LETRA...NO SABRAN NUNCA QUE LAS HEMOS LEIDO.
Las cosas
El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora.
¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.
Jorge Luis Borges
Hola Santiago, ¿de q libro es esta poesía???
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