martes, 10 de agosto de 2010


Piedra Infernal

Malcolm Lowry


Un barco que surca los mares sin dejar huellas, un barco que sabe de tormentas y de calmas, de cobijos y de glorias, percibe su destino en el abandono y desparecer bajo las aguas, es Bill Plantagenet esa nave con rumbo desconocido.

Un puerto,

el infierno,

un viaje sin destino,

el agua

y la eterna búsqueda.

Critica de una sociedad donde cuesta desenvolverse libremente si uno se atreve a romper los parámetros establecidos, nuestro protagonista un pianista perdido en Nueva York y refugiado en el alcohol sondea los caminos de la superficie, los del anonimato, los de una taberna tras otra, una puerta que se abre y se cierra sin piedad de sus habitantes, a pesar de ello nuestro héroe ve un hospital psiquiàtrico como refugio y salvación a sus problemas, aquí conoce a tres internos que pasan a ser su vinculo con el mundo y con la realidad.

Un desenlace brillante, un preguntarse quien maneja los hilos de estas marionetas que a veces parecemos ser, la despreocupación por el el compromiso de jugarse por lo que la sociedad declara como un caso perdido, la búsqueda incesante e inentendible de muchos marginados que desafían lo establecido, un montón de puertas cerradas y abiertas sin NADA DENTRO.

Critica literaria de un escritor y una pagina autobiográfica, en la cual Lowry se vio envuelto en una tiniebla buscando claridad para encausar su vida como persona y como escritor, es también una muestra literaria que no deja de ser un desafio para su época, no en vano el protagonista hace referencia a Rimbaud como alguien no entendido pero a su vez admirado.

Es una obra difícil, es una novela experimental que tiene mas de setenta años y que nos muestra a uno de los máximos exponentes literarios del siglo pasado en toda su plenitud y su tinte de avanzada.

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