"El oficinista"
Guillermo Saccomano
Una novela que se desarrolla en un marco apocalíptico de guerrilla, atentados a colegios y masacres estudiantiles, bandas de perros salvajes y clonados, grupos de jóvenes descontrolados por droga y alcohol, atentados, helicópteros surcando el cielo las 24 horas, violencia...... y mas violencia.
No sabemos donde, ni cuando, és, quizás el deber del lector situarse espacial y temporalmente, ya que nos permite el uso de la memoria y la imaginación para encontrarnos en un tiempo y un espacio, involucrarnos con estos seres anónimo, sean los protagonistas o los periféricos de la historia.
El protagonista es un oficinista, un hombre que sobrevive en medio de un caos, interior y exterior, este personaje sin nombre no se había preguntado hasta el comienzo de la narración la razón de su existencia, así comienza la obra, en ese clic que despierta a nuestro protagonista descubriendo y desafiando la existencia de otro yo.
Solo necesita dar ese primer paso,
el paso de una vida sin preguntas,
a una vida donde se asoma lo que cree que es el amor,
donde afloran los sentimientos
y por tanto los cuestionamientos de lo vivido,
del pasado
y el descubrimiento de nuevos miedos y temores.
La aparición de este nuevo ser que habita dentro de un mismo cuerpo y que se manifiesta independientemente y enfrentado dentro del mismo ser, nos remite continuamente a situaciones mezcladas entre lo onírico y lo real, el bien y el mal, la animalidad sexual como medio de comunicación y de acercamiento. El no implicarse en lo social y externo, el miedo de compartir y la continua sensación de persecución.
Una muy buena ambientación de la soledad y la incomunicación, de la continua persecución que el medio ejerce sobre los hombres y la esclavización de estos en pos de la supervivencia a cualquier precio. El amor en este contexto es algo tan utópico y peligroso que no encuentra lugar para manifestarse. Un planteamiento veraz y real de donde en cierta forma va encaminada esa sociedad sin nombre a la cual todos pertenecemos y que el pasado juega con el futuro, rescatando todo lo gris del presente, que puede ser ayer o mañana.
Una novela sobre el desamor, los miedos, la incomunicación y la lastima.